Los Lakers estarán sin Anthony Davis, posiblemente hasta el receso del All-Star, mientras el equipo espera que se recupere la parte inferior de su pierna derecha. Pero lo más importante es que hay optimismo de que, de hecho, sanará.
La larga y lenta caminata de Davis hacia el vestuario de los Lakers el domingo durante el segundo cuarto de la derrota del equipo ante los Nuggets de Denver hizo que algunos temieran lo peor: un desgarro del tendón de Aquiles que podría afectar seriamente las esperanzas de los Lakers de defender su campeonato de la NBA.
El equipo anunció el lunes que Davis no se rompió el tendón de Aquiles, diciendo que sería reevaluado una vez que esté de vuelta en Los Ángeles.
Se sometió a un examen de resonancia magnética el lunes en Denver antes de que el equipo viajara a Minnesota para el partido del martes, las imágenes mostraron una distensión de su músculo de la pantorrilla. Davis también está lidiando con la tendinitis de Aquiles, una lesión que lo mantuvo fuera durante dos partidos la semana pasada. El viernes pudo jugar contra Memphis.
El plan es que el equipo y Davis sean precavidos en su regreso tras la lesión. Los Lakers tienen nueve partidos antes de la pausa del Juego de las Estrellas de mitad de temporada, y un regreso a la cancha antes de eso parece improbable.
Incluso antes de conocerse la gravedad de la lesión, su compañero de equipo LeBron James pedía paciencia.
“Lo único que me preocupa es su salud. Quiero que esté sano. Nuestro equipo necesita que esté sano”, dijo James en una videoconferencia tras el partido del domingo. “… No hay prisa. No hay calendario. No tenemos ni idea de ese aspecto. Solo queremos que sane y que vuelva a estar en toda su capacidad”.
Davis volvió a agravar su lesión de Aquiles en el segundo cuarto de la noche del domingo en un impulso hacia la canasta. Al pasar por delante del pívot de Denver, Nikola Jokic, Davis empezó a cojear antes de lanzar dos tiros libres y salir cojeando de la pista.
“Creo que ese último paso agravó la lesión que ya tenía”, manifestó después del partido.
Kyle Kuzma comenzó el tercer cuarto en lugar de Davis. Al final del cuarto, la desventaja de 12 puntos de los Lakers había crecido a 18.
“Hoy es el primer día en el que me siento completamente bien”, dijo Davis el domingo. “No sentí la lesión en absoluto esta mañana ni en la tarde, tampoco antes del partido, nada. Así que pensé que íbamos en la dirección correcta con el tratamiento, pero ya ves, tuve otro revés”.
Davis dijo que el examen inicial de los Lakers dejó espacio para el optimismo de que había evitado el peor destino posible para su Talón de Aquiles. Pero ha sido lo suficientemente problemático como para costarle tiempo en dos ocasiones esta temporada.
“Si siento que puedo salir a jugar, lo haré. Por el simple hecho de que quiero poder ayudar a mi equipo. Puedo ayudarlos desde la banda, pero creo que soy más efectivo cuando estoy en la cancha”, dijo Davis. “Y me pagan por jugar. Salgo y trato de competir al más alto nivel, hacer lo que pueda para ayudar a este equipo. Y si eso significa que debo salir a jugar con algunos pequeños golpes y magulladuras, pues eso es lo que hay que hacer. Pero esto es algo diferente, algo con lo que definitivamente tengo que ser inteligente”.
Davis está promediando 22.5 puntos y 8.4 rebotes en 23 partidos. Ya se ha perdido cinco, ahora con más en el horizonte. Los Lakers tienen partidos difíciles con los aspirantes a los playoffs, Brooklyn, Utah, Portland, Golden State y Phoenix antes del descanso.
“No quieres salir a jugar con este tipo de lesiones”, dijo Davis.