Se les pedirá a los californianos que cumplan con nuevas medidas sanitarias en los paseos comunitarios, viajes y compras en persona, según una nueva orden estatal emitida el jueves por el gobernador Gavin Newsom, un conjunto de restricciones de gran alcance que resultan de los estragos regionales en los servicios de cuidados críticos, debido a que los contagios de COVID-19 siguen aumentando.
El cierre de tiendas y centros comerciales en el período previo a la temporada navideña podría suponer un fuerte golpe a la debilitada economía de California. En los últimos días, Newsom ha anunciado un paquete de iniciativas de préstamos y subvenciones para pequeñas empresas, así como la expansión de un programa que les permite retrasar el pago de las recaudaciones de impuestos sobre las ventas, y utilizar el dinero como una prestación puente a corto plazo.
Las disposiciones están diseñadas para durar al menos 21 días, una vez que las instalaciones de cuidados intensivos locales se aproximen a su capacidad máxima. Pero las expectativas establecidas por los funcionarios estatales sugieren que, lo que Newsom describió como una orden de “quedarse en su domicilio regional”, limitará drásticamente las actividades en California durante la temporada navideña, y posiblemente hasta el año nuevo.
“La conclusión es que, si no actuamos ahora, nuestro sistema hospitalario se verá desbordado”, señaló el gobernador en una conferencia de prensa al mediodía. “Si no se hace algo en este momento, seguiremos viendo subir nuestra tasa de mortalidad, y más vidas se perderán”.
Se podría disponer que once condados en el sur de California, y doce en el Valle Central, implementen las nuevas restricciones desde el viernes, según las proyecciones actuales del creciente número de pacientes que han sido admitidos en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Los funcionarios estatales dividieron a California en cinco regiones, con el propósito de determinar la capacidad de la unidad de cuidados intensivos y los posibles cierres de los servicios locales.
Los condados del sur que se verían afectados por la orden son: Los Ángeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, San Luis Obispo, Santa Bárbara, Ventura, Imperial, Inyo y Mono.
Estas zonas deberán cerrar negocios de servicios personales, incluidos salones de belleza y manicura, áreas de juego, centros de entretenimiento familiar y campamentos para pernoctar. Los restaurantes deberán volver al servicio de comida para llevar únicamente.
Los negocios minoristas estarán limitados al 20% de la capacidad para sus clientes en cualquier momento, con requisitos para que los empleados de la tienda se aseguren de que no se pueda comer ni beber en el interior.
El gobernador, quien permanece en cuarentena con su familia después de que sus hijos estuvieron expuestos a personas que dieron positivo al COVID-19, señaló que la nueva orden “se basa fundamentalmente en la necesidad de dejar de reunirse con personas ajenas a su domicilio [y] de hacer lo posible para mantener la mayoría de sus actividades en exteriores”.
Aunque las proyecciones actuales muestran que solo los condados del sur y Central Valley tendrán que implementar de inmediato las nuevas reglas, los datos publicados por la administración de Newsom a principios de esta semana muestran que casi todo el estado pronto podría alcanzar el nuevo umbral —con un 85% o más de camas de UCI ocupadas.
“Reconocemos la gravedad y la importancia del momento y lo que se les pide a todos los californianos”, expresó el Dr. Mark Ghaly, secretario de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California.
Los funcionarios estatales planean que las nuevas medidas de cierre estén vigentes durante por lo menos las próximas tres semanas. Después de eso, cualquier reapertura de servicios y actividades se basará en proyecciones de cuatro semanas de la capacidad de la UCI de una región —lo que sugiere que las nuevas restricciones generales podrían durar fácilmente hasta fin de año, en algunas comunidades.
Los datos compilados por el Times muestran que California ha promediado casi 15.000 casos por día durante la última semana, el triple de la tasa del último mes. Las hospitalizaciones por COVID-19 también se han triplicado durante el mismo período. Y un promedio de 67 californianos murieron diariamente por COVID-19 durante los últimos siete días, un aumento del 60% desde mediados de noviembre.
A diferencia del cierre que Newsom emitió en la primavera, la mayoría de las actividades al aire libre, incluido el acceso a la playa y el senderismo, no se ven afectadas. Pero similar a otras reglas, permite a los líderes locales imponer medidas particulares de salud pública que son más estrictas.
“Este no es un estado permanente”, informó Newsom.
En la mayor parte del estado, las tiendas minoristas no esenciales tienen un límite del 25% de su capacidad. Sin embargo, algunos condados ya cumplen con este umbral más estricto: Los Ángeles redujo el lunes su límite de capacidad en tiendas minoristas no esenciales al 20%, y Santa Clara ha limitado su venta no esencial al 10% de su capacidad.
Las nuevas restricciones parecen eliminar la distinción entre negocios esenciales y no esenciales —es probable que un límite del 20% en la capacidad en todas las tiendas reduzca significativamente la capacidad en los minoristas esenciales, incluidos los supermercados y farmacias. En la mayor parte de California, los negocios proveedores de artículos básicos se habían limitado al 50% de su capacidad; en Los Ángeles, estaban restringidos al 35%, y en Santa Clara, 25%.
Allan Zaremberg, presidente de la Cámara de Comercio de California, señaló que la pérdida de ingresos en la época más atareada del año podría obstaculizar a muchas compañías, incluidas las minoristas en California, que no tienen la misma presencia de ventas en línea que las empresas nacionales e internacionales.
Cuestionó si cerrar negocios tendría el efecto deseado si las familias y amigos continúan reuniéndose en sus hogares durante las vacaciones, similar al Día de Acción de Gracias.
“Lo peor sería cerrar las puertas y, aún así, no tener ningún impacto en la saturación hospitalaria”, informó Zaremberg. “Para cada negocio que sufrirá una pérdida de ingresos y menos empleados, puede ser catastrófico”.
En muchos sentidos, el alcance de estas restricciones es más amplio que muchos esfuerzos anteriores.
Se requerirá que las salas de apuestas cierren y los hoteles no podrán aceptar turistas.
La producción de entretenimiento y los deportes profesionales continúan permitiéndose sin una audiencia en vivo. Santa Clara, sin embargo, promulgó el lunes una prohibición de los deportes de contacto, lo que obligó a los 49ers de San Francisco a trasladarse temporalmente a Arizona, para sus juegos de diciembre.
Algunos epidemiólogos señalaron que los funcionarios estatales no tenían más remedio que imponer disposiciones más estrictas, para evitar una de las peores catástrofes de salud pública en la historia moderna del estado, con la cifra de muertos en California de casi 20.000, duplicándose posiblemente a finales del invierno.
La ola inicial de coronavirus “ahora se ha convertido en un tsunami viral”, expresó el Dr. Robert Kim-Farley, médico epidemiólogo y experto en enfermedades infecciosas de la Facultad de Salud Pública Fielding de UCLA. “El virus ahora está en todas partes, por lo que la restricción de actividades también debe aplicarse a la misma escala, para poder regresar a donde estábamos —en una tendencia decreciente”.
Aún así, es probable que la orden exacerbe la frustración de muchos californianos, especialmente al tratar de comprender mejor cómo los funcionarios calculan el riesgo relativo de actividades, como la presencia de niños en áreas de juego y el distanciamiento físico en las peluquerías. Si bien algunos legisladores estatales criticaron las acciones de Newsom como arbitrarias, otros pidieron audiencias de supervisión una vez que la Legislatura se vuelva a reunir la próxima semana.
El gobernador defendió el jueves las acciones de su administración, como arraigadas en las mejores prácticas científicas y de salud pública.
“Queremos mitigar las interacciones, punto final”, explicó. “Queremos disminuir la cantidad de interacciones. Y realmente necesitamos enviar ese mensaje de manera amplia. Es importante crear menos oportunidades para el tipo de contacto y el tiempo de exposición que ocurren en muchos de estos establecimientos”.
Taryn Luna y Luke Money, contribuyeron a este artículo.
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